El mes pasaso, mayo, fue el Día Internacional del Hummus. La verdad es que no me entero mucho de estas cosas y voy siempre tarde. Aprovecho para explicaros algunas cosas que me parecen intesantes y daros mi trucos para hacerlo más rico, aunque el hummus que mejor saber es aquel que comes con hambre. O el que está en el centro de una mesa donde compartes comida con muchas otras personas, aunque a mi no me gusta nada compartir comida.
La palabra hummus (حُمُّص) en árabe significa literalmente "garbanzos”. Sin embargo en Europa parece que hemos entendido que es crema de “lo que sea” y le llamamos hummus a cualquier cosa hecha de estilo parecido. Esto me lo indicó una seguidora egipcia hace muchos años y desde entonces solo se llamo hummus a la crema de garbanzos y tahina.
Hay otras cremas muy ricas, como el mutabal a base de berenjenas y tahini. No lo confundáis con el baba ganoush, que no tiene porqué ser cremoso y puede llevar otras verduras y condimentos.
Si llevas una alimentación 100 % vegetal, recuerda que el mutabal puede contener yogur, algo que depende de la zona y la receta familiar.
Yo aquí te dejo mis trucos, los que he ido compartiendo en el instagra, de MiDietaVegana durante años, aquí resumidos, y tú coges los que te gusten.
Cómo hacer un hummus que no parezca del súper (aunque uses garbanzos de bote)
Lo que necesitas: garbanzos cocidos, tahina, un poco de bicarbonato, cubitos de hielo, ajo, limón, aquafaba (el líquido del bote), aceite de oliva virgen extra y pimentón.
Cuece los garbanzos con bicarbonato.
Aunque ya estén cocidos, ponlos a hervir unos 15 minutos con una pizca de bicarbonato. Las pieles se ablandan solas y el hummus queda mucho más fino, sin grumos ni textura pastosa.
Añade cubitos de hielo al triturar.
El hielo airea la mezcla, da una textura más ligera y ayuda a que la tahina emulsione como toca. Resultado: hummus suave, brillante y nada denso.
Primero el ajo con el limón.
Bate primero el ajo con el zumo de limón y deja que repose unos minutos. Así se suaviza, pierde el picor crudo y se integra como un fondo aromático.
Pelar el ajo formato exprés.
¿No quieres que te huela la mano todo el día? Golpea los dientes de ajo con el lateral del cuchillo: la piel salta sola. Más fácil, imposible.
Aquafaba para ajustar la textura.
En lugar de agua, usa aquafaba (el líquido del bote). Da cremosidad y une los ingredientes sin aguar el sabor. Es el truco menos evidente, pero se nota.
El toque final: un buen aceite y pimentón.
Una vez servido, riega con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y espolvorea pimentón dulce o ahumado por encima. Simple y perfecto con crudités o un buen pan.
Si te has cansado de ponerle pimentón o quieres darle un toque diferente, tienes varias opciones rápidas y fáciles.
Zaatar con aceite.
Cebolla morada encurtida.
Garbanzos crujientes al horno con pimentón.
El zaatar es una mezcla de especias que lleva sumac, así que añade un sabor cítrico estupendo, y es una de esas aliadas en la cocina para alegrar incluso a unas humildes patatas cocidas.
Mi amor por el hummus no conoce límites. Benditos garbanzos, de verdad 🩷
¡Un hurra por los hummus que han salvado a veganos en reuniones con omnis! Lo del hielo me llama la atención, ¿te refieres a batirlos junto con la mezcla?