Guía rápida de sabor para la temporada de ensaladas
Con 5 aliños para darle alegría a tus ensaladas
De pequeña, una ensalada era algo sencillo: lechuga, tomate, cebolla y zanahoria, con aceite de oliva, vinagre y sal. También recuerdo haber comido ensaladas de tomate y cebolla en verano. Era algo para picar en el centro de la mesa, durante todo el año, hiciese frío o calor.
Recuerdo los empedrados de garbanzos o el picadillo (salpicón) de cangrejo, pero en mi cabeza eso no era una ensalada. Las ensaladas de pasta o de arroz no eran habituales en mi casa.
No todas las ensaladas en la alimentación vegetal llevan proteína. Podemos preparar una ensalada riquísima solo con verduras de temporada, algún fruto seco y una buena salsa de base.
Tuvieron que pasar muchos años para que empezara a hacer ensaladas más completas y más complejas: diferentes texturas, otros ingredientes, y jugar con lo crudo, lo cocinado y las conservas.
Pero para mí, los aliños fueron, sin duda, el punto de inflexión para colocar a las ensaladas en el lugar que merecen. Ya no era un acompañamiento, podían ser un primero delicioso o un principal.
A partir de ahí, empecé a probar. Un aliño distinto, un ingrediente nuevo, una mezcla copiada de un restaurante o un recetario. Porque no había Instagram.
Hoy comparto cinco de mis favoritos, con cantidades orientativas y combinaciones que funcionan sin tener que pensarlo mucho.