Como me ha gustado esta “confesión”. Hasta hace unos meses no entendía por qué ya no quería cocinar más. En mi caso no es por Instagram, si no por tener que cocinar todos los días para mi familia. Puede sonar absurdo, pero peté. Y alguien me comentó sobre el burn out respecto a estas tareas que no cobras ni son cotizables en el día a día que ya de por sí es excesivo. Me encanta tu contenido. Sea con planos profesionales o no. De hecho, creo que por lo que me empezaste a enganchar fue por tu naturalidad. Un abrazo.
Es que llega un punto en que la carga mental, por muy invisible que sea, pesa. Se suma a todo lo que hacemos, a todas las obligaciones, a todas las reponsabilidades. Evidentemente, aunque no sea para redes, no deja de ser trabajo no remunerado. El burnout de las tareas que llamamos "domésticas" es muy real.
Como me ha gustado esta “confesión”. Hasta hace unos meses no entendía por qué ya no quería cocinar más. En mi caso no es por Instagram, si no por tener que cocinar todos los días para mi familia. Puede sonar absurdo, pero peté. Y alguien me comentó sobre el burn out respecto a estas tareas que no cobras ni son cotizables en el día a día que ya de por sí es excesivo. Me encanta tu contenido. Sea con planos profesionales o no. De hecho, creo que por lo que me empezaste a enganchar fue por tu naturalidad. Un abrazo.
Es que llega un punto en que la carga mental, por muy invisible que sea, pesa. Se suma a todo lo que hacemos, a todas las obligaciones, a todas las reponsabilidades. Evidentemente, aunque no sea para redes, no deja de ser trabajo no remunerado. El burnout de las tareas que llamamos "domésticas" es muy real.